Esta semana uno de nuestros chicos el cual no vamos a revelar su identidad me dijo: “Ramón te pareces a Messi… pero con menos pelo” jajajajaja.

El partido comenzó el jueves, nos tocó día lluvioso e intentamos entrenar aunque fuese en la arena, pero de nuevo comenzó a llover y al final fue imposible. Así que aprovechamos para aprender otras cosas importantes. Por un lado estuvimos hablando de las diferentes situaciones donde se puede producir una cesión o no y también estuvimos debatiendo sobre quién debía ir a los partidos.

Tenía el dilema si debían ir los que tenían mejor actitud siempre o como ya se habían perdido algunos partidos, debían quedarse sin ir los que más partidos habían jugado. Dilema que sigo teniendo, ya que tampoco creo que la actitud vaya a mejorar mucho si no vas a ningún partido, pero también me resulta muy difícil que no vaya uno que se deja la piel y tiene una actitud de 10.

Así que les pregunté a ellos, sorprendentemente la mayoría e incluso algún niño que podría mejorar su actitud, pensaba que siempre debían ir los que mejor se portan. A continuación les pregunté que levantase la mano quien pensaba que podía mejorar bastante su comportamiento e increíblemente la levantaron bastantes. Yo les respondí que no estaba de acuerdo en algunos casos. Bonito debate y enriquecedor.

Por otro lado, les dije que íbamos a hacer los equipos juntos, que iban a tener la posibilidad de elegir en que posición querían jugar. Esto parece que les gustó mucho, aunque como tuvimos varias ausencias inesperadas, no se pudo materializar en el partido al 100%

Dentro del partido del viernes me fui muy contento ya que al final del encuentro todos mostraron mucha ilusión y alegría, y les dije que eso era lo más importante. Así que fantástico.
Por otro lado, me gustaron mucho los pases que dimos y las jugadas que intentamos hilar. Les hice mucho hincapié que cuando dos jugadores van contra el portero, la mejor opción siempre es pasarla al compañero que está solo. Que no se empecinen en meter goles, ya que es precioso poder regalar un gol a un compañero.

Creo que empezamos a estar muy bien colocados en el campo, cada vez tenemos las cosas más claras y tenemos conceptos futbolísticos más asentados.

Para completar esta crónica, insistiros en la necesidad de dejar a los chicos tranquilos mientras juegan, ya que ya tienen un entrenador que es muy pesado y les pone la cabeza como un bombo antes y durante los partidos, mientras algunos pobres miran a los hermanos o padres que están jugando en el campo, pensando, vaya rollo nos está contando Ramón.

En el banquillo debemos estar tranquilos mirando al compañero y aprendiendo, recordad que a todos nos encanta que nos vean.

Y poco más para mis pequeños, que sigo disfrutando cada viernes con vosotros y que poco a poco veo que se forma esa FAMILIA que quiero que sean los equipos de nuestro cole.

Un abrazo a todos/as.