El pasado viernes 22 nos esperaba una emocionante tercera jornada de liga. El rival no era
otro que nuestros compañeros de segundo curso del Maestro Padilla, por lo que el choque
contaba con los ingredientes perfectos para ser un gran encuentro. Y así fue.

El partido estuvo igualado hasta el ecuador de la primera parte. Israel fue un verdadero santo como
portero durante todo el encuentro. Una muralla difícil de superar para el rival, sin duda una
actuación importantísima para el equipo. Mauro volvió a destacar por su energía y
electricidad, contagiosa para sus compañeros como ya sabemos. Sus ganas juntos a las del
incansable Matheo son la mezcla perfecta para compensar el año de diferencia entre
nuestros chicos y los rivales. Enzo volvió a salir al campo con la ilusión de quien juega su
primer partido y sus constantes intentos de generar buen fútbol se verán recompensados
indudablemente.

Por otra parte, podemos denominar a Tyler como velocista oficial del equipo. No hay quien
le gane, es una bala y el pasado viernes volvió a demostrarlo. Tuvo una gran jugada de
peligro, y a pesar de no haber terminado en gol la podemos considerar un ejemplo de lo que
sí que hay que hacer, decisión. Leonel y Marcelo hacen buena dupla, parece que se
entienden y es de valorar la actitud tan positiva de ambos, siempre curiosos por cómo
pueden ayudar al equipo. Por último, no me puedo olvidar de dos de los arquitectos del
juego del equipo, Ernesto y Dani. Demuestran cada partido y cada entrenamiento que
tienen las bases para ser dos grandes jugadores, y partidos y partidos esas bases se van
solidificando.

Para concluir, me encantaría decir que nuestros chicos están entendiendo de qué trata el
futbol, cómo funciona y cuales son sus valores. Estoy muy satisfecho de los cimientos que
estamos implementando, no sólo yo como entrenador sino ustedes como padres y madres
de nuestros futbolistas. Partido a partido iremos viendo la ansiada mejora, que no quepa
ninguna duda.

Un abrazo,
Carlos Gómez Gallego