En una mañana soleada, el equipo alevín mixto disputó un partido muy completo en el que, más allá del resultado final, quedó claro que lo más importante fue la ilusión y las ganas con las que jugaron.

Desde el inicio se vio un grupo unido, con buena actitud y dispuesto a divertirse mientras competía. Hubo esfuerzo, compañerismo y muchas acciones que reflejaron lo que significa aprender y crecer a través del deporte.

Aunque el rival estuvo algo más acertado, el equipo siguió luchando hasta el final y disfrutó de un encuentro bonito, lleno de momentos que reforzaron valores como el respeto, el trabajo en equipo y el desarrollo personal.

El partido no solo dejó buenos momentos deportivos, sino también un recordatorio de lo que realmente importa en estas categorías: el desarrollo personal, la convivencia, el respeto, el juego limpio y la capacidad de disfrutar mientras se aprende. Los niños y niñas salieron del campo más unidos, más seguros y, sobre todo, felices de haber vivido un partido tan chulo y lleno de emoción.