La tercera jornada de liga trajo un partido exigente para nuestros alevines del Maestro Padilla. Nos enfrentábamos a un rival con mucha calidad, y desde el primer segundo quedó claro que sería un encuentro intenso, de esos que ponen a prueba no solo lo deportivo, sino también la actitud y la unión del equipo.
El choque comenzó muy igualado, con ocasiones en ambas porterías. Los dos conjuntos llegaban con peligro y daba la sensación de que cualquier detalle podía marcar la diferencia. Finalmente, fue el rival quien logró adelantarse. Aun así, los nuestros respondieron con energía: los cambios dieron un impulso enorme y, tras una preciosa combinación entre Jorge y Leo, llegó el empate. Jorge asistió, Leo definió y todos celebramos un gol que reflejaba trabajo en equipo y confianza.
Durante esos minutos volvimos a estar enchufados: intensidad en cada disputa, motivación en cada jugada y valentía para ir hacia adelante. Sin embargo, el rival aprovechó bien sus oportunidades y, con más acierto en los metros finales, logró dos goles antes del descanso. Nuestro equipo no dejó de intentarlo en ningún momento, generando ocasiones claras y moviendo el balón cada vez con más criterio, pero la fortuna del gol no estaba de nuestro lado.
La segunda parte siguió una línea similar: esfuerzo enorme, jugadas cada vez mejor construidas y varias llegadas que merecieron terminar dentro. Pero el rival volvió a golpear por partida doble, ampliando su ventaja. A pesar de ir por detrás, los nuestros no bajaron los brazos ni por un instante. La actitud fue ejemplar: correr, presionar, combinar y creer.
Y ese espíritu tuvo premio. Asier, con dos goles casi consecutivos, avivó la ilusión de la remontada y encendió de nuevo a todo el equipo. El banquillo, la grada y los jugadores se contagiaron de energía. Había esperanza, había ganas… y había corazón.
Pero el rival, muy ordenado y con las ideas claras, supo responder en los momentos clave. Con un punto de acierto y algo de fortuna, lograron otros dos tantos que terminaron por cerrar el partido.
Aun así, lo más importante no está en el marcador. Lo valioso es que nuestros jugadores pelearon hasta el último segundo, demostraron compañerismo, coraje, respeto y una actitud que merece un aplauso enorme.
Chic@s, hicisteis un gran partido. El rival jugó muy bien y se llevó el triunfo con justicia, pero vosotros también os lleváis algo importante: la certeza de que vais por buen camino. Esto acaba de empezar y, con la actitud que mostrasteis hoy, llegarán grandes partidos y momentos para recordar. Seguid así. Estamos orgullosos de vosotros.
Muchas gracias a todos los participantes (Juanfe, Luca, Sofía, Mario, Ismael, Leo, Asier, Jorge, Josías, Milton y Hugo), al equipo rival, al árbitro y a los acompañantes por hacer posible tan magnífica mañana de fútbol.
Un saludo y esperamos veros en la próxima.