Bonita mañana de sábado para celebrar, posiblemente, el último encuentro del equipo alevín. Momento en el que podemos valorar como y cuanto han evolucionado, crecido, mejorado y, SOBRE TODO, DISFRUTADO del año y del gran equipo que han hecho.
El partido bonito, competido y luchado en el que hubo un ganador, pero no solo porque un resultado lo marque, pero esta crónica es mucho más que un partido, aunque nos tocó perder.
Primeramente, dar la enhorabuena (y las gracias) a todos los integrantes del equipo, no solo a los que han podido asistir a los partidos: Raúl, Yansel, Jorge, Gabriel, Miguel Ángel, Guille, Diego, María, Valeria, David, Berta, Diana, Sofía, Lucas, Enrique. Todos ellos/as han hecho que el día a día haya sido estupendo, con un gran ambiente y que formemos una gran piña con unos valores que están por encima de todo y que todos lucimos, todos/as han conseguido que con su buen hacer y su actitud crezcamos en todos los sentidos. Ha sido un año INCREÍBLE en el que yo he aprendido incluso más que ellos y hemos ido de la mano.
Día a día habéis crecido, sin daros cuenta, y ahora sois otras personas, la versión mejorada y que orgulloso me siento de haber vivido esa evolución, por ello, no me quiero olvidar de los que más os han ayudado… VUESTROS PADRES/MADRES/HERMANOS/HERMANAS… CUALQUIER FAMILIAR QUE OS HA APOYADO, que ha venido cada sábado con frío, calor, viento, lluvia y que os ha transmitido esa ilusión y esas ganas, así que GRACIAS padres, madres y familiares en general por hacer lo que hacéis cada día, estar ahí al pie del cañón cada finde.
Me llevo un año lleno de buenos momentos y de grandes aprendizajes. Hoy lunes, comentábamos el partido y todas las situaciones y salía el como «duele» dar la mano y la enhorabuena cuando no se gana… ese dolor por haberlo intentado, la tristeza de no haberlo conseguido… pero por encima de todo la deportividad de reconocer que han conseguido un premio y con ese dolor reconocerlo. Han salido comentarios como «cuando nosotros ganamos, nos gusta que nos den la enhorabuena», «ellos lo hicieron bien y hay que decírselo» o «me dolió, pero entiendo que tengo que darles la mano» son pequeñas cosas que me alegran mucho porque me demuestran que son gigantes ante la deportividad y eso ya es ganar y ser campeón.
El resumen del partido ha sido breve, pero el año ha sido largo y lo agradecido que estoy a este grupo humano es inclaculable.
Seguid disfrutando del fútbol y del deporte como habéis hecho este año, SOIS LOS MEJORES.