En esta quinta jornada, nuestros mayores del cole disputaron un partido lleno de desafíos, donde el verdadero triunfo fue la capacidad de reaccionar y pelear hasta el último segundo. Aunque el inicio no fue el esperado, el grupo supo rehacerse y demostrar el espíritu de lucha que tanto nos caracteriza.
El encuentro comenzó con un rival enchufado y decidido a marcar el ritmo del partido. Nuestros jugadores, algo dormidos en los primeros minutos, vieron cómo el equipo contrario aprovechaba esa situación para tomar ventaja rápidamente. La falta de intensidad inicial nos penalizó, y al descanso llegamos con desventaja en el marcador y un gol propio que mantenía viva la esperanza.
El descanso sirvió para tomar aire y recordar lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos y con intensidad. Había que cambiar la actitud, subir el ritmo y luchar cada balón como si fuera el último.
Tras la reanudación fue otra historia. El equipo salió con otra cara, presionando arriba, apoyándose mejor y buscando generar peligro con movimientos más rápidos y desmarques continuos. Aunque el rival logró marcar otro tanto, la reacción fue inmediata: dos goles seguidos que mostraron el carácter del equipo y encendieron el partido. La dinámica había cambiado, la intensidad era mucho más alta, y el equipo comenzó a dominar el juego.
La remontada se quedó a las puertas, pero el equipo nos regaló una segunda parte digna de admirar. La actitud, el esfuerzo y las ganas de luchar hasta el último minuto reflejaron el crecimiento y la mejora que estamos consiguiendo como grupo. Nos quedamos con esa imagen: un equipo que nunca se rinde, que aprende de cada experiencia y que sigue avanzando juntos.
¡A seguir trabajando, equipo, porque este es el camino!
Muchas gracias a todos los participantes (Gabriel, Mario, Yansel, Nico, Martín, Leonor, José, Lucía, Josías, Jorge Sanjuan, Jorge del Castillo y Ana), al equipo rival, al árbitro y a los acompañantes por hacer posible tan magnífica mañana de fútbol.
Un saludo y esperamos veros en la próxima.