Que gran partido vivimos el pasado sábado 1 de febrero con el equipo alevín del Maestro Padilla. Si me hubiesen asegurado que iba a ser tan intenso y entretenido como terminó siendo, hubiese pagado por ir a verlo sin duda.
Nos encontramos como rival a un equipo muy bien estructurado y muy táctico. Al principio nos costó encontrar la manera de desbaratar su sistema, pero fue en cuestión de minutos que les empezamos a causar más de un estrago.
Ellos parecían despegarse en el marcador, pero olvidaron que un partido se juega hasta el pitido final del árbitro.
Con Jorge como cierre, el equipo jugaba a un muy buen compás. Lo intentaba por derecha, izquierda y centro. Faltaba la puntilla para comenzar a meter los goles. Por fin, llegó el primero. Raquel se atrevió a disparar desde una muy buena posición, y el portero no pudo hacer nada contra el maravillo chut de nuestra jugadora. Ojalá hubiera habido repetición porque fue un auténtico golazo.
Nuestro portero, Raúl, consiguió repeler varias intentonas de aumentar la ventaja rival. Fueron paradas de categoría, y provocó las felicitaciones de sus compañeros y por supuesto, del público. Cuando Mario estaba en el campo como cierre, me sentía tranquilo. Le notaba muy seguro de lo que estaba haciendo. Hizo un gran partido realmente. José y Nico lucharon cada balón como si fuese el último de sus vidas. Su persistencia nos ayudó mucho a controlar situaciones de riesgo, que terminaron en nada gracias a ellos.
En cuanto a Lucía, que maravillosa jugadora. Se asociaba muy bien con los compañeros y protegía el balón con las garras de una luchadora. Jugadora de garantías, sin duda alguna. Yansel estaba en todas las jugadas, tanto en defensa como en ataque. Buscó el gol por un lado y por otro, y aunque se resistía, lo consiguió. Un gol que nos acercó al rival y con el que conseguimos ponerles nerviosos. Ya no había táctica que valiese, era puro fútbol. Para terminar, he de hablar de Jorge. Que increíble jugador. Una calidad propia de jugador de cantera. Él mismo dirigió al equipo, y fue capaz de fabricarse dos auténticos golazos para dar aliento al equipo.
Para terminar, debo decir que fue una maravillosa experiencia poder dirigir a un gran equipo como el Alevín del Maestro Padilla. Demostraron competitividad desde el minuto 1 hasta el pitido del árbitro. Estoy convencido de que si hubiéramos tenido un minuto más hubiéramos ganado el encuentro.
¡Mucha suerte a este fenomenal equipo, a seguir así!
Carlos Gómez Gallego.