El partido ya saben que no me gustó nada, no parecían los chicos de ahora, con los que entreno todas semanas y con los que me lo paso genial. Era como ver a los chicos del primer día; perdidos en la cancha, sin referencia alguna, con muchos despistes y fallos propios de principiantes… Pero tampoco quiero venir aquí a machacarlos.

Como ya les dije todo es un aprendizaje y evidentemente el siguiente partido vamos a ir a comérnoslos porque tenemos ganas y rabia dentro de nosotros que hay que exprimir al máximo demostrándolo en la cancha.

Pero algo que realmente me gustó, y que varios de vosotros me demostrasteis, es que de verdad os estabais dando cuenta del partido que estábamos jugando (muy malo) y quisisteis cambiarlo. Varios me pedisteis el cambio con ansias de jugar; con ganas de salir y darlo todo, dispuestos a luchar cada bola, de correr de un lado a otro sin parar y sin miedo a un golpe o falta del contrario. Y esto fue lo que nos hizo, no perder de 9 (que era como íbamos faltando 2 minutos para el final) y poder llegar a incluso a ganar el partido a falta de 10 segundos. A lo que me refiero siempre, a las GANAS que le pone cada uno. Esta es la base de todo, por mucho que se entrene y muchas charlas que os de para mejorar técnicamente, todo se resume a las ganas que le ponga cada uno. QUERER ES PODER. Si yo no pongo de mi parte y no lo doy todo, no voy a poder dar ese paso extra para hacer una entrada… y me vendrá la defensa y me hará un tapón, no voy a poder tener ese segundo extra para poder tirar solo si voy trotando y luego me coloco para tirar… me llegará la defensa. Las ganas que le pusisteis cada uno de esos que jugaron en la cancha los últimos minutos fueron las que nos permitieron casi ganar el partido.

Otro ejemplo es el de Iker, que incluso asfixiado de tanto subir y bajar a defender todavía era capaz de pedir el balón en los últimos minutos para hacer un contraataque y sumar puntos o incluso una falta. Esas cosas son las que en partidos como este no dan la victoria. En un partido fácil no hace falta matarse a por los balones, pero con el paso de los partidos vamos a ir diferenciando cómo jugar en uno y cómo hacerlo en otro.

A pesar de todo, no tenemos la culpa de todo, el equipo rival hizo un trabajo buenísimo en defensa y no nos dejó hacer nada durante muchos minutos y eso hay que valorarlo. Al igual que yo también os digo que soy el primero que se equivoca… y mucho, además.

Espero que esto os dé que pensar y que para el partido de este fin de semana lo demos todo y demostremos de verdad que podemos ganar a cualquiera si nos ponemos.

MUCHO ÁNIMO EQUIPO