Érase una vez un grupo de pequeños peces que comenzaron una aventura llena de diversión y aprendizaje. En el camino se encontraron numerosos retos y obstáculos en los que tuvieron que hacer frente a otros grupos de su mismo tamaño. Con la superación de cada enfrentamiento, nuestros peces del Maestro Padilla crecían aprendiendo y disfrutando con ilusión. Durante este largo trayecto, siempre se topaban con un grupo de tiburones a los que, con valentía y esfuerzo, combatían una y otra vez sin éxito, pues como dicta la naturaleza, el “pez grande” siempre se come al pequeño. De cada batalla nuestros peces salían siempre reforzados con cada derrota y con una nueva lección impresa en sus corazones. A pesar de la diferencia de tamaño entre pez y tiburón, siguieron intentándolo una y otra vez, trabajando y esforzándose por superar esa “roca” en el camino, que les impedía completar su expedición.

Nuevas rutas se le presentaron a nuestro valiente grupo de peces naranjas. Con gran sacrificio siguieron superando y avanzando sobre los equiparables obstáculos que encontraban hacia el final de su aventura, donde una vez más, se enfrentaron con los temidos tiburones. Pero en esta ocasión, los peces del Maestro Padilla, pelearon con tan duro rival y salieron a la lucha con sus filas al completo y con una coraza hecha a base de trabajo, compañerismo, esfuerzo y perseverancia. Contra todo pronóstico y rompiendo el orden de la naturaleza, consiguieron derrotar a los gigantes escualos y completar así una épica hazaña que jamás olvidarían, ni olvidaríamos ninguno de los afortunados presentes.
Este grupo de peces naranjas y equipazo de cracs esta formado por Salvador, Diego, Javier, Martín, Samuel, Lucas, Marcos, Pablo, Hugo Moreno, Héctor y Hugo Ciruelos. Unas bellísimas personas con unos grandes valores de los cuales deben estar agradecidos a sus familias por inculcárselos con tanto cariño.

Por mi parte, decir una vez más que ha sido un auténtico orgullo y disfrute compartir cada segundo con estos fenómenos, que también he aprendido mucho de ellos y que es maravilloso reunirse en torno a los grandes valores que predominan en este deporte.
Un abrazo muy grande a todos y a sus familias.
¡Hasta la próxima!