Penúltima jornada de liga en la que nos enfrentábamos al Ártica Rojo. Partido muy difícil, contra los primeros de la tabla en el que, a pesar del resultado, me voy contento por la progresión y actitud que han tenido nuestras estrellas del Padilla.
Como crítica constructiva general del partido, destacar varios aspectos:
Mantener la concentración durante todo el partido es muy importante, tanto dentro como fuera del campo. Si estoy en el banquillo atento al partido puedo comprender mejor la forma de jugar del rival, cual es su pierna buena, que regates utiliza más o cuales pueden ser sus puntos flacos. Así cuando me toca salir al campo, salgo a tope de ganas. Cuando estoy dentro, el nivel de concentración que tenemos que intentar poner es el máximo. Atentos al jugador a cubrir, donde está el balón en todo momento, si está cerca de mi zona de intervención, si tengo más de un jugador a cubrir para avisar a un compañero o si estamos descolocados comunicarnos entre el equipo para que cada uno/una cubra a un rival…
Son un montón de cosas a las que prestar atención y decisiones que se deben tomar rápidamente y sé que no son nada fáciles, pero como decía al principio, si estamos super concentrados, conseguiremos resolver cada pequeño detalle con mayor facilidad. Con respecto a esto, he decir que venimos mejorando mucho en los últimos partidos, pero tenemos que seguir trabajando.
Otro aspecto muy importante, que debemos seguir trabajando y del que también pienso que hemos tenido progresión, es el movimiento del jugador/a sin balón. Cuando tenemos el balón en posesión, son el resto de compañeros/as los que tienen que moverse constantemente, para que el que tiene el balón, pueda pasárnosla y no tengamos ningún rival cerca. Cuando hablo de moverse todo el rato, hay que hacerlo con cierto orden y sentido.
Por ejemplo, si un jugador hace un desmarque hacia una banda y su rival le sigue, acabamos de crear un espacio libre donde no habrá nadie. Para que otro compañero vaya a recibir el balón mediante un pase del jugador que lo tenía. En resumen, si nos movemos, el rival nos sigue y creamos huecos para poder avanzar hacia portería. Por el contrario, si estamos parados, se pegan a nosotros y nos defienden más fácilmente y al final es el jugador con balón el que tiene problemas porque no tiene a quien pasársela.
Por último, destacar como comentaba al principio, que a pesar de enfrentarnos a tan duro rival y de encajar sucesivos goles, no hemos bajado los brazos en ningún momento. Actitud excelente de todo el equipo. Cuando un compañero se ha hecho daño nos hemos preocupado, no nos hemos recriminado malas acciones o balones perdidos y hemos luchado cada jugada, codo con codo, hasta el pitido final. ¡Bravo!
Muchas gracias a todos los participantes (Raúl, Alejandro, Diego, Gabriel, Lucas, Yansel, Miguel, Jorge, Álvaro, Berta y Pedro), al equipo rival, al árbitro y a los acompañantes por hacer posible este maravilloso espectáculo de fútbol.
Un saludo y esperamos veros en la próxima.
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